La báscula es uno de los principales aliados de las personas que se proponen a perder peso, pues ayuda a medir el progreso que obtienen a partir del método que utilicen para lograr su objetivo. No obstante, algunas personas pueden observar poco cambios en cuanto a lo que indica la báscula, pero perciben cambios en las tallas, las medidas corporales o hasta en la ropa que normalmente usan. En ese sentido, una de las dudas más frecuentes es qué pasa si está reduciendo tallas, pero sigue sin perder peso.
Esto ocurre por un proceso metabólico llamado recomposición corporal, que consiste en la pérdida de grasa, pero en la ganancia de músculo, es decir, usted está perdiendo tejido adiposo, pero está ganando músculo, lo cual le ayuda a quemar grasas más rápido y a tener una mejor salud cardiovascular.
En una dieta de adelgazamiento, es muy importante perder grasa, pero igual de importante que ganar músculos. Por este motivo es tan necesario hacer ejercicio cuando se quiere perder peso, el ejercicio no solo favorece la quema de grasas, sino que también favorece la creación de músculo, lo cual es muy importante. La importancia de la ganancia de músculo a la vez que se produce la pérdida de grasas, se debe a que el músculo es metabólicamente más activo que la grasa, por tanto de esta manera aumentaremos nuestro metabolismo, lo que favorecerá a su vez una un aumento en la pérdida de grasa.
La respuesta a la pregunta es: Cuando se pierde pierde grasa y se gana músculo, el peso se puede mantener, pero el volumen corporal se modifica, esto se debe a que el músculo pesa más que la grasa, pero ocupa menos espacio que esta. Por tanto cuando perdemos grasa y ganamos músculo nuestro cuerpo puede no variar en peso, pero sí se estiliza (adelgaza), por lo que se puede poner tallas que antes no se ponía.